En comparación con los hornos de temple del mercado
Nuestras máquinas son capaces de optimizar el consumo de producción hasta 100 kWh, los hornos de temple más habituales del mercado consumen hasta tres veces más
Valores de Mazzaroppi
No tenemos miedo a lo nuevo ni a lo desconocido porque creamos maquinaria capaz de abrir nuevos caminos, permitiendo a nuestros clientes alcanzar beneficios tangibles que creían imposibles en términos de:
- Calidad del producto final
- Ahorro garantizado en el consumo de energía
- Mayores beneficios
- Cero costes improductivos
Nos atrevemos a pensar fuera de la caja para crear nuevos estándares.
DISEÑAMOS Y PRODUCIMOS MÁQUINAS QUE ELLOS FORMARÁN EL FUTURO.
AHORRO DE ENERGÍA
- Cero costos improductivos
- Menor coste inicial de los sistemas de suministro de energía
- Menor coste fijo de los kW contratados
- Menor coste energético por producción
- Coste cero para mantener la temperatura del horno
VALOR GARANTIZADO
Hoy, con los hornos de templado de Mazzaroppi, puede mirar al futuro con más tranquilidad, porque le proporcionamos más de 50 años de experiencia en la fabricación de maquinaria para el tratamiento del vidrio.
Comprar un horno Mazzaroppi significa invertir en el mañana; nuestros equipos conservan el 40% de su valor de mercado inicial después de 10 años.
El valor de una elección se mide en el futuro
¿Un ejemplo? Conozca más sobre el ahorro potencial y la optimización de los beneficios en el vídeo de arriba.
CALIDAD
En Mazzaroppi, a lo largo de nuestra historia, siempre hemos querido hacer lo que todos
creía imposible, como permitir el procesamiento de vidrio de alta calidad
rápida y eficazmente a nivel industrial, incluso en pequeñas cantidades.
Nuestras tecnologías, reconocidas mundialmente, permiten eliminar los llamados «puntos calientes» (conocidos en la jerga técnica como anisotropía) hasta en un 97%. Este increíble logro es el resultado del control automático multizonal, así como del sistema de convección definitivo gobernado por el software inteligente 4.0 que incorporan las plantas de Mazzaroppi.
No perseguimos el progreso, sino que lo anticipamos